¿En qué consiste la inseminación artificial?

Inseminación, fecundación in vitro, reproducción asistida… Todas hemos oído hablar de estos conceptos pero, muchas veces, nos cuesta diferenciarlos y no sabemos exactamente en qué consisten. En este post vamos a centrarnos en uno de los métodos más escuchados y a la vez más desconocidos: la inseminación artificial.
Cuando pensamos en reproducción asistida, sin duda una de las primeras ideas que nos viene a la mente es la inseminación artificial. Es normal, dado que la primera inseminación artificial en humanos tuvo lugar en el siglo XVIII. Es una técnica que se caracteriza por su sencillez, ya que básicamente consiste en la introducción de espermatozoides de un varón en el útero de una mujer en el momento más adecuado con el fin de aumentar las posibilidades de embarazo.

Un poco de fisiología básica para empezar
Sabemos que los ciclos menstruales de las mujeres duran unos 28 días y que las mujeres con ciclos más o menos regulares producimos un óvulo maduro al mes. Durante la primera mitad del ciclo menstrual, este óvulo madura en el ovario y es liberado hacia las trompas de falopio alrededor del día 14. El óvulo viajará por la trompa de falopio a la espera de encontrarse con un espermatozoide que le fecunde para dar lugar a un embrión, y éste seguirá su viaje hasta el útero, donde intentará implantarse en el endometrio para poder seguir su desarrollo y dar lugar a un bebé.
teniendo relaciones en el mejor momento del ciclo, una mujer de 25 años tendrá una tasa de éxito de embarazo que no supera el 25%
Aunque no lo parezca, la naturaleza en todo este proceso no es muy eficiente: hace falta que el óvulo sea de buena calidad, que se libere en el momento adecuado, que en ese período de 4-5 días haya una relación sexual y que un espermatozoide también de buena calidad llegue hasta el óvulo y consiga fecundar. Encima, luego falta que el embrioncito concluya su paseo implantándose en el endometrio, cosa que no consigue tampoco siempre. Es un poco que se alineen los astros. Eso explica por qué los humanos somos una especie relativamente poco fértil: ya que teniendo relaciones en el mejor momento del ciclo, una mujer de 25 años tendrá una tasa de éxito de embarazo que no supera el 25%. Si encima añadimos una edad de más de 35 años o algún problema espermático, la cosa se complica todavía más.
Cómo ayuda la inseminación artificial en este proceso
Una inseminación artificial lo que se pretende es simplemente optimizar todo este proceso, de modo que todo sea un poco más eficiente que en la naturaleza.
Para llevar a cabo una inseminación artificial, se toma una muestra de semen (de pareja o donante) y se procesa en el laboratorio para hacer un concentrado de los mejores espermatozoides, los más móviles y viables. Luego, controlamos bien de cerca el ciclo de la mujer mediante ecografías durante la primera mitad del ciclo, para identificar el momento en el que el ovario está a punto de liberar el óvulo. En ese momento, provocamos la ovulación y llevamos a cabo la inseminación, que consiste en introducir ese concentrado de esperma en el interior del útero, en lugar de dejarlo en la vagina como en una relación sexual normal, para facilitar aún más las cosas.
en el mejor de los casos la tasa de éxito de la inseminación artificial es alrededor del 30%
¿Quién puede optar por este tratamiento?
Esta técnica se utiliza en casos de infertilidad de origen masculino, como baja calidad seminal o problemas de eyaculación, o bien en casos de personas que necesiten de un donante para formar una familia y que no tengan ninguna otra causa de infertilidad.
Es importante tener en cuenta que la inseminación artificial no es mágica. De hecho, sólo se mejora del orden de un 10% la tasa de embarazo que le correspondería a una pareja sana de la misma edad y en el mejor de los casos, las tasas de éxito rondan el 30%.
Siempre recomiendo a mis pacientes una buena dosis de paciencia con las inseminaciones. A veces tendemos a pensar que como hacemos una inseminación, el embarazo será inmediato y no es así. En la mayoría de los casos hacen falta entre 2-4 intentos, pero si la técnica está bien indicada, ¡la perseverancia suele funcionar!

Dra. Claudia Blancafort
Médico Ginecólogo especialista en reproducción asistida.

Dra. Claudia Blancafort
Médico Ginecólogo especialista en reproducción asistida.